¿Por dónde empezar? te diría que por el inicio, pero hay situaciones que no reinician, sino que son continuaciones de una irreversible realidad. Todo es una constante, siempre. Así que si no sabes por dónde comenzar, solo intenta continuar desde el punto en el que, por decisión propia, te quedaste varado…
Dicen que las ganas de redactar devienen de las palabras que no pueden pronunciarse, no porque no se tenga la capacidad, sino porque simplemente no ha habido oportunidad de pronunciarlas. ¿Quién lo dice? lo digo yo, eso es lo que pienso de la escritura.
Suelta, suelta las palabras, las tuyas, las que yacen ahí adentro donde realmente no sé qué es lo que tienes. Pero sea lo que sea que guardes o escondas, si tu deseo es «soltar» no hay mejor proeza que aquellas ataduras que se dejan en libertad.
Recuerda que no soy yo la que determina la redacción de otros, sino los otros, los que inspiran letras que se acogen en las inmensidades del destino.
Los límites entre escribir y lograr escribir, trascienden en la medida en que significan las palabras, hay «holas» que se ansían desde las entrañas, mientras que hay hermosas misivas que no provocan ni la más ínfima emoción.
En contestación a lo que considero, la más honesta de tus declaraciones, habré de invocar que ese alivio que tanto refieres, es la sinceridad con la que un alma te abrió todas sus heridas.
El laberinto de la soledad en el que te adentraste, y en el que quizá te sentiste perdido, es ahora una vereda más cierta, más tranquila y también más ajena. Hay compañías que nos son pasajeras, tan endebles como el ahora y también como el porvenir.
Sé que extrañas, sí, a esta alma vieja que te palpó todo, y también el perfume que ahora forma parte de mí, pero a veces la añoranza suele ser perniciosa, o simplemente nuestra más grande perdición.
Yo también te extraño, es solo que aprendí a añorar en mis letras, éstas son leales, aún cuando la desleal sea yo. Así que ahora cada vez que extraño, prefiero siempre volver a mi redacción.
Escribe mucho, escribe siempre. Escríbele a la vida, aunque no me escribas a mí, pues aunque prefiero ser letras, más que un vago recuerdo; hay líneas que gritan a la distancia, lo que verdaderamente somos.
Escribe mucho, escribe siempre, y haz de tus líneas, todo lo que tú quieras ser.
Feliz año, feliz vida, también para ti.

Yo estoy escribiendo😌
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Lo amo, Pa.
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